El legado de David
“El legado de David sabe a sanación con grandes dosis de amor”
¿Y quién es David?
David es mi bebé estrella. Mi ángel del cielo.
En el año 2019 transité la vivencia de su muerte mientras crecía y se alimentaba en mi vientre. Ocurrió a las 35 semanas de gestación.
Hasta entonces, no había oído hablar de que los bebés podían morir en el útero de sus mamás. No tenía ni idea. Lo desconocía. Su presencia en mi vida supuso un revuelo en la mía. No hay latido. Pérdida gestacional. Muerte intraútero. Unas fortísimas palabras y un largo camino a transitar.
Ya era mamá, pero sin un bebé al que acunar. El silencio en mi vida se instauró. Comenzaba el duelo. Un duelo silenciado. Un duelo tapado. Un duelo bravo. ¡Un duelo donde se masticaba el tabú!
Acaricié la desesperación. Me inundó ese silencio hasta el mismo cuello. Mis emociones me ahogaban. Mis palabras se abrochaban en la garganta. No tenía a nadie para poder desplegar mis emociones aladas como yo sentía expresarlas.
Pero me di cuenta de algo ASOMBROSO…
“Si mi cuerpo y mis palabras deseaban hablar…
¿por qué los debía silenciar?”
Y empecé a CREAR…
Comencé a crear un mundo nuevo para mí misma que me permitió…
“Sanar”
Así he llamado yo al PROYECTO TU MARIPOSA BLANCA.
“El legado de David, sus enseñanzas y señales es necesario que queden impregnados en el mundo. La energía de su alma, (al igual que otras almas bellas evolucionadas que vinieron a la Tierra a enseñarnos con cariño el camino del amor), debe ser vista, sentida y reconocida”
David ya no está en las conversaciones, ni apenas se verbaliza su nombre, pero su fuerza y agallas para mostrar el camino a su mamá, merece un rinconcito en este lugar.
Estas letras tecleadas con un amor y profundo agradecimiento hacia él, merecen ser sacadas a la luz.
“Quiero hacer mención que esas almas de luz vienen con algo grande que enseñar, pero desde luego, merecen un gran hueco en esta sociedad… Esas pequeñas almas con un amor tan grande como la huella que dejan en ese mundo. Esas almas que se marchan de nuevo a la Fuente, al cielo que es de donde provienen. Almas que vuelan alto cuando ocurren abortos, pérdidas gestacionales o muertes neonatales”
David vino a enseñarme el camino del amor. Me ayudó a despertar. Me regaló momentos increíbles sintiendo su energía junto a la mía. Le he sentido cerca. He llorado junto a él, mientras su incondicional amor, secaba mis lágrimas con un gran abrazo de consuelo y contención.
Todo esto comenzó por él.
“Mamá, tienes que sanar.
Por ti y por los demás”
El alma de David rescató a la mía cuando andaba perdida, e hizo posible el encuentro conmigo misma. Se llevó a cabo un camino transformador en el que sanar era la primera opción. Su muerte me llevó a establecer un contacto con mis raíces profundas y todas esas sensaciones y emociones que tantos años habían estado dormidas. Exploré la capacidad tan grande que posee el ser humano de SANARSE A SÍ MISMO, en el que con la ayuda de la AUTOSANACIÓN logré ir también hacia el mismo centro. La raíz de los traumas o bloqueos emocionales.
Mi hijo continuó susurrándome…
“Mamá, tu alma ha venido a este mundo a ayudar desde lo espiritual y emocional. Así que, ve a por ello. Hay mucha gente que necesita de estas enseñanzas”
Durante 4 años he estado sentando las bases de lo que hoy es el PROYECTO TU MARIPOSA BLANCA, lleno de amor y cariño, pero también de sentimientos y emociones, de risas, pero también de llantos.
“El legado de David es un auténtico regalo, y por eso lo quiero compartir contigo para que, juntos, podamos formar un mundo mejor el que SENTIR sea lo más importante del camino y que el AMOR que no sea el destino, sino el verdadero motivo”
Gracias, gracias y gracias por estar aquí.
Gracias a esas bellas almas que ayudaron tanto, y ayudan desde el mismo cielo.
Va por vosotros.
El legado de David, también es vuestro legado.
Es todo un REGALO.
Con todo mi amor, Ana.