Mi experiencia personal

“Siempre se dice que cuando una persona se anima a contar su historia y sus vivencias es una vela que enciende otras velas. Ojalá que mi historia personal anime e inspire a otras almas que hayan vivido y sentido lo mismo. Siempre digo que esta no es solo mi historia, es la de muchas almitas bonitas que han pasado por algo similar. ¡Va por vosotras! ¡Os amo!”

Soy Ana Torres…

… y esta es mi historia.

Nací en el año 1985 en Madrid (España) con raíces andaluzas. Ya desde niña, me fascinaba el mundo emocional. Vivía y sentía todo de una manera muy intensa. La introspección ha sido siempre mi gran descubrimiento. Me encanta conectar con esa parte de mi tan reflexiva y espiritual. A la pequeña Ana le gustaba refugiarse en sus libros, sus diarios y escrituras imaginando un mundo lleno de amor donde los sueños eran su gran revelación. Siempre fue una eterna soñadora. Inventar, imaginar y crear salía de ella de manera innata y espontánea.

Esa pequeña Ana se fue apagando poco a poco y marchitando su natural creatividad gracias a creerse lo que le decían los demás. ¡Oh no! ¡Craso error!

Experimenté acoso escolar en el colegio y también en algún que otro trabajo. Bullying como lo llaman ahora. Sé lo que es el vacío. El desprecio. La culpabilidad. Sé lo que es verse arrinconada. Sé a qué saben esas burlas. Que te arrebaten lo que es tuyo por derecho y por esfuerzo. Y sentirte desamparada. Los cuchicheos a tus espaldas. 

He sentido ese rechazo desde bien joven. Sentirte vulnerable y rechazada por tus iguales en esas edades crea muchísimo impacto. Me refugié en unos grandes amigos llamados diarios, esos que tenían candado y llave para que nadie los abriera y eran de colores vivarachos. Escribía lo que sentía y cómo lo vivía. Escribía relatos sobre mi vida creando mundos imaginarios. Era mi gran manera de canalizar el dolor y la incomprensión.

Ahora sé que las personas que me acosaban y burlaban de mí, decían más de ellos mismos que de mí.  Fueron mis GRANDES MAESTROS. ¡Gracias a ellos aprendí! Por supuesto, también lo sané. Perdoné.

Conozco muy bien los procesos depresivos, la ansiedad y los ataques de pánico. Lo conozco porque los he vivido, y… sentido.

Esa niña se castró a sí misma la posibilidad de liberarse a través de la expresión después de que se creyera lo que decían sobre ella otras personas. 

¡Por favor, no te creas lo que dicen de ti!

¡Haz siempre caso a lo que dice tu corazón!

Tengo que reconocer que esa etapa del colegio me marcó para siempre. Me costaba hacer amistades y confiar en las personas. Mi autoestima y autoconcepto quedaron muy tocados.

A pesar de todo, no me rendí.

Antes del DESPERTAR, andaba profundamente DORMIDA. Encadenaba trabajos que no me llenaban el alma. ¡Más bien la ensuciaban! 

Con 18 años comencé a estudiar Magisterio de Educación Infantil en la Universidad creyendo que ese era mi sueño. Los niños me encantan, la educación también, pero no vibraba con un sistema educativo tan rígido que se “olvida” de emociones y sensaciones y se centra en llegar a un tremendo saco de objetivos. Tardé en darme cuenta de que mi verdadera PASIÓN tiene que ver con lo emocional. 

Pasión por lo que he hecho toda la vida y con lo que mi ALMA vibraba. Pasión por ponerme al servicio de quién quisiera ser AYUDADO. Pasión por ver la LUZ de aquellos que acarician la oscuridad. 

“Pasión. Sanación.

¡Mi verdadera vocación!”

Mi trabajo se cimienta en las energías. 

Mi trabajo es puramente energético.

¡Mi trabajo es mi PROPÓSITO DE VIDA!

Sanar era mi MISIÓN DE VIDA.

¡Si no sanaba mi misión de vida… no podía dedicarme a mi propósito de vida!

David fue muy directo en eso.  

Tras su muerte, fue mi ENTRENADOR EN VIDA. ¡Un verdadero entrenador de emociones y de vida!

En el año 2015, cuando me quedé embarazada de mi primer hijo, viví en carne propia una crisis personal muy fuerte. Experimenté mi primer aborto. Perdí al bebé que esperaba con tan solo 9 semanas de gestación. Me hicieron un legrado, pero lo sentí como si me hubieran apuñalado. Lo viví muy intensamente.  Eso me desencadenó un boom emocional a todos los niveles. No me sentí apoyada ni comprendida.

En el año 2017 después de un bagaje bastante potente a nivel emocional de la primera pérdida, me quedé embarazada de mi primera hija. El postparto fue bastante duro. Me confronté de bruces con las sombras de la maternidad y un duelo por el aborto anterior no sanado. Se juntaron emociones profundas y reveladoras a la misma vez. Ahí me encontré por primera vez con un sentimiento profundo de soledad siendo mamá. Comencé a maternar en soledad. ¡He sentido de verdad la lanza de la soledad clavándome como un puñal! 

Seguía buscando mi camino.

Siempre he sido una eterna buscadora. Deseaba encontrar mi lugar en el mundo, haciéndome preguntas para satisfacer la incomodidad que en esos momentos reinaba en mi vida. Sabía que debía encontrar algo más. No me equivoqué.

En el año 2019 tuve la increíble experiencia de sentir la vida y la muerte dentro de mí. El bebé que esperaba, David, falleció tan solo unas semanas antes de nacer con vida. Esto supuso una hecatombe de las buenas. La vida me zarandeó hasta sentarme de culo.

“No me quedó más remedio que iniciar un proceso de autodescubrimiento. Una búsqueda de sentido. Darle la vuelta al famoso PORQUÉ para convertirlo en PARA QUÉ”

Ya era mamá. Ahora también de un bebé del cielo. Esto supuso un camino en el que lidiar con el duelo maternando a una niña de dos años y medio y maternar con los brazos vacíos y el corazón partido y espachurrado por la mitad.

La verdad sea dicha, que no encontré ningún refugio para poder solventar y paliar mi dolor. Me di cuenta que no existe ayuda alguna cuando una madre y su familia surfean por un hecho así. 

Esto solo fue la punta del iceberg. 

“Aprendí poco a poco y de manera intuitiva a sacar a relucir diversas herramientas para poder sanarme a mí misma. Me di cuenta que, si tienes intención verdadera de sanar y encontrar respuestas, el Universo te pone las cartas sobre la mesa. Si sanar es complicado, sanar siendo mamá, tiene un plus de más”

No ha sido un camino sencillo. Es más, ha sido duro y arduo. En numerosas ocasiones con ganas de tirar la toalla. Pero no lo hice. Me agarré fuertemente a la FE. 

Mi bebé del cielo me regaló numerosas enseñanzas tiznadas y empaquetadas de AMOR y AGRADECIMIENTO. Gracias a él rescaté mi esencia que tantos años había tenido arrinconada.

Tan solo 2 meses después de su muerte, me puse a escribir. Esto sucedió en pleno duelo y con el tiempo de la baja maternal. Estaba cuidando de mi bebé. O quizá era él el que más me estaba cuidando a mí.

En el año 2021 y después de muchos meses de indagación personal, escribí…

 

 

Mi primer libro SANADOR sobre la PÉRDIDA GESTACIONAL.

Me di cuenta que la sanación había formado parte de mí siempre, y David me ayudó a RECORDAR. Me hizo saber con sus diversas SEÑALES que no estaba sola. Conecté con el MUNDO ESPIRITUAL gracias a él. Fueron muchas señales y sincronicidades las que fui encontrando por el camino para abrazarme con dulzura y conectarme de nuevo al mundo cuántico y espiritual del que todos provenimos.

El inmenso dolor por su muerte, me hizo achuchar ese AMOR INCONDICIONAL del que todos formamos parte.

“Me di cuenta que todo fue parte de un PLAN DIVINO para ayudarme a recordar mi PROPÓSITO DE VIDA, que no es otro que AYUDAR A LAS MUJERES Y A SUS FAMILIAS A SANAR SUS VIDAS”

“Soñaba con CREAR algo que diera cabida a las EMOCIONES EN LA MUJER Y EN CADA UNA DE SUS MATERNIDADES. Porque TODAS SENTIMOS LO MISMO”

Me sentía sola, pero seguía mi camino y mi SUEÑO.

Da igual lo que hayas pasado. No importa lo que hayas transitado. ¡Las EMOCIONES SON LAS MISMAS!

Durante 4 años, he indagado en mí misma para crear el proyecto TU MARIPOSA BLANCA. Han sido unos años de grandes aprendizajes donde el reino espiritual ha estado siempre presente en mí. La gran soledad ha estado también presente. Sé lo que se siente cuando te encuentras sola ante procesos sanadores. Ésta, entre otras muchas razones, puse en marcha este proyecto. Para que las mujeres que quieran sanar, se sientan libres y acompañadas en el proceso interno que están viviendo.

Durante estos años, me he estado formando con diferentes técnicas que me llegaban de manera intuitiva y canalizada para poder liberar todos los bloqueos y traumas que tenía en mi interior. Así creé la terapia de vida…

BLANCA SANACIÓN

… Sobre el gran poder autosanador de nuestro cuerpo.

Traumas que procedían en gran medida de mi niña interior que había tenido olvidada durante tanto tiempo, y del árbol transgeneracional.

Gracias a La Nueva Terapia LNT® método de Philippe Schwiderski, del que soy Terapeuta Capacitada y BLANCA SANACIÓN, pude liberar bloqueos y traumas que provenían de mi linaje femenino para con los embarazos y nuestros propios úteros.

Soy tri-madre.

Dos retoños en la Tierra. Uno mirándonos desde el cielo. Éste último visible y tangible, además de en mi corazón, a través de este proyecto… 

He vivido un embarazo y postparto en duelo. Sé lo que es. LO conozco muy bien. Las vivencias de mis maternidades han sentado las bases de mis experiencias profundas para con ellas. Un bisturí ha traspasado mi útero en tres ocasiones. ¡Sé lo que se siente y las energías que se mueve! He conocido la vida y la muerte dentro de mí. He sentido la soledad extrema de la experiencia. He vivido la indiferencia del mundo por pura ignorancia.

“Por eso es tan importante SANAR.

Sanar, DESDE DENTRO.

Sanar, ¡siendo un CORAZÓN VALIENTE!”

He vivido un embarazo y postparto arcoíris. Una intensa bienvenida a una criatura llena de luz, después de la tormenta lluviosa que viví con David. 

He vivido mis embarazos, postpartos y crianza sin tribu. 

Esa sensación de soledad la conozco muy bien. Sé lo que es la ansiedad. Conozco los ataques de pánico. Sé lo que es querer huir y sentirse culpable por estar así, ¡y no encontrar a nadie que te pueda llegar a comprender!

Creo que ninguna mujer debería pasar sus procesos sanadores en soledad, (contando con la maternidad como un gran proceso sanador, ya que cuando nace un bebé, nace también una nueva mujer)

Por esto estoy aquí, contigo. 

“Todo este tiempo me ha dado la fuerza ayudar a mujeres que, como yo, quisieran sanar su vida, pero no saben ni cómo y por dónde empezar. Así estuve yo hace unos años. Y el motor de este proyecto siempre ha sido la fuerza espiritual y la vocecita de mi alma que gritaba por dentro lo que debía comunicar.

Ahora sé que mi sitio está aquí, liderando el PROYECTO TU MARIPOSA BLANCA, y con los numerosos CORAZONES VALIENTES formando una gran TRIBU para sanar.”

Me llamo Ana Torres y soy terapeuta holística, terapeuta capacitada de La Nueva Terapia LNT®, método de Philippe Schwiderski, sanadora energética y oradora especialista en liberación emocional.

¡Esto solo acaba de empezar!

Con todo mi amor, Ana.

Te quiero.

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